En esta serie de artículos voy a reseñar algunas series que vine siguiendo esta temporada correspondiente al Verano-2014. Para inaugurar la sección hoy toca hablar de ALDNOAH.ZERO y uno de los mejores finales que le recuerdo a un anime. Comencemos...
El primer contacto con ALDNOAH.ZERO es intenso e intrigante. La llegada de la princesa de Vers (Marte) como embajadora excepcional a la tierra es el detonante de una serie de acontecimientos que terminan en guerra. La desventaja de las fuerzas terrestres es clara, la reacción de los Caballeros de Marte es implacable.
La serie nos plantea a dos protagonistas masculinos con muchos matices. Por un lado Slaine Troyard, un terrícola con una lealtad incuestionable por la princesa de Vers, y que es sometido continuamente a abusos por parte de los marcianos. Sin importar los vejámenes a los que sea sometido, las humillaciones y las torturas, su vida está consagrada a su princesa. No obstante, no puede negar su naturaleza humana, y conforme se desarrolle el conflicto tendrá que sopesar su lealtad a la princesa contra su condición y procedencia terrícola.
En el otro extremo, tenemos a Inaho Kaiduka. Un estudiante japonés poco expresivo y muy práctico. Iniciado el conflicto, vamos conociendo sus motivaciones. Su actuar siempre es guiado por una lógica fría y un valor incuestionable. Eso sumado a su excepcional eficacia en combate lo sitúan como un personaje extraño pero agradable. A la hora de pelear no hay duda en el, ni miedo, ni desesperación, ni concesiones. Lo único que le importa es la supervivencia de los suyos y de ser posible, la propia. Su entrega y carencia de emociones contrastan con la emotividad y conflictividad de Slaine.
El desarrollo de la historia se muestra trepidante e interesante, con las escenas de acción necesarias y manteniendo un ritmo muy bueno y que casi no decae. Más allá de quedarse encasillada en el cliché del anime de mechas, aborda la guerra y los intereses que hay tras ella de una manera mucho más humana. Cada bando tiene legítimas razones para acudir al combate, unos por lograr mejores recursos para su pueblo, otros buscando la supervivencia. Y todo avanza con cierto optimismo hasta que llegamos al episodio final de la serie llamado "El Fin de la Infancia". Tal como indica el último capítulo de esta excelente serie, abrimos los ojos a la guerra, somos conscientes de las perdidas y de la fragilidad de la vida.
El guión de la serie es firmado por Gen Urobuchi (no necesita presentación) en sus primeros tres episodios aunque su mano se deja ver en el final de la serie. La dirección recayó en Ei Aoki, director también de las muy recomendables Ga-Rei Zero y las dos temporadas de Fate/Zero.
Afortunadamente para los que disfrutamos de la serie, la segunda temporada inicia en enero. Tiene la valla muy alta y mucho hype a espaldas. Así pues, "dejemos que se haga justicia aunque se desplomen los cielos".
El primer contacto con ALDNOAH.ZERO es intenso e intrigante. La llegada de la princesa de Vers (Marte) como embajadora excepcional a la tierra es el detonante de una serie de acontecimientos que terminan en guerra. La desventaja de las fuerzas terrestres es clara, la reacción de los Caballeros de Marte es implacable.
La serie nos plantea a dos protagonistas masculinos con muchos matices. Por un lado Slaine Troyard, un terrícola con una lealtad incuestionable por la princesa de Vers, y que es sometido continuamente a abusos por parte de los marcianos. Sin importar los vejámenes a los que sea sometido, las humillaciones y las torturas, su vida está consagrada a su princesa. No obstante, no puede negar su naturaleza humana, y conforme se desarrolle el conflicto tendrá que sopesar su lealtad a la princesa contra su condición y procedencia terrícola.
En el otro extremo, tenemos a Inaho Kaiduka. Un estudiante japonés poco expresivo y muy práctico. Iniciado el conflicto, vamos conociendo sus motivaciones. Su actuar siempre es guiado por una lógica fría y un valor incuestionable. Eso sumado a su excepcional eficacia en combate lo sitúan como un personaje extraño pero agradable. A la hora de pelear no hay duda en el, ni miedo, ni desesperación, ni concesiones. Lo único que le importa es la supervivencia de los suyos y de ser posible, la propia. Su entrega y carencia de emociones contrastan con la emotividad y conflictividad de Slaine.
El desarrollo de la historia se muestra trepidante e interesante, con las escenas de acción necesarias y manteniendo un ritmo muy bueno y que casi no decae. Más allá de quedarse encasillada en el cliché del anime de mechas, aborda la guerra y los intereses que hay tras ella de una manera mucho más humana. Cada bando tiene legítimas razones para acudir al combate, unos por lograr mejores recursos para su pueblo, otros buscando la supervivencia. Y todo avanza con cierto optimismo hasta que llegamos al episodio final de la serie llamado "El Fin de la Infancia". Tal como indica el último capítulo de esta excelente serie, abrimos los ojos a la guerra, somos conscientes de las perdidas y de la fragilidad de la vida.
El guión de la serie es firmado por Gen Urobuchi (no necesita presentación) en sus primeros tres episodios aunque su mano se deja ver en el final de la serie. La dirección recayó en Ei Aoki, director también de las muy recomendables Ga-Rei Zero y las dos temporadas de Fate/Zero.
Afortunadamente para los que disfrutamos de la serie, la segunda temporada inicia en enero. Tiene la valla muy alta y mucho hype a espaldas. Así pues, "dejemos que se haga justicia aunque se desplomen los cielos".
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